Buy & Hold, Trading o ETFs: ¿qué estrategia conviene más en 2025?

Cuando empecé a invertir era un discípulo recién iniciado en la escuela del value investing. Después de leer un par de libros de Graham, ver algunos videos en YouTube y descargar unos modelos en Excel, llegué a pensar —con más entusiasmo que prudencia— que ya tenía la fórmula para ganarle al mercado. Spoiler: no funcionó como yo esperaba.

Con el tiempo entendí algo que resulta incómodo pero esencial: la estrategia que elijas no determina por sí sola tu éxito. Lo que verdaderamente pesa es tu capacidad para ejecutarla con consistencia emocional.

Dicho esto, no caigamos en simplificaciones. Claro que la estrategia importa. Si crees en la eficiencia de los mercados, hacer trading suena como jugar ajedrez contra una computadora con los ojos vendados. Y si analizas las comisiones, sesgos y conflictos de interés en la gestión activa tradicional, la inversión pasiva gana atractivo. Entonces sí, la estrategia influye… pero sólo dentro de un marco que puedas sostener cuando las emociones empiecen a empujar más fuerte que tu convicción.

Y no es solo una conclusión personal. Según el informe 2025 Quantitative Analysis of Investor Behavior (QAIB) de DALBAR, en 2024 el inversor promedio en EE.UU. obtuvo un rendimiento del 16.54 %, mientras que el S&P 500 rindió un 25.02 %. La diferencia es la cuarta más amplia registrada desde 1985, y marca el 15.º año consecutivo en el que los inversores individuales no logran superar al mercado. ¿Por qué tanta diferencia? El informe identifica que esta brecha no fue causada por los productos financieros o las comisiones, sino por malas decisiones de comportamiento. En resumen: el problema fue el inversor, no la estrategia.


Tres estrategias, mismos desafíos

1. Buy & Hold: paciencia… y trampa de complacencia

Esta estrategia —adoptada por leyendas como Warren Buffett— parte de una lógica sólida: identificar empresas con ventajas duraderas y mantenerlas por años. Menos operaciones, menos comisiones, menos ruido.

Pero hay un matiz importante. No todo lo que cae se recupera. Quien invirtió en el índice Nikkei 225 justo antes del estallido de la burbuja japonesa en 1989 vio cómo su inversión caía más del 80 % durante los siguientes años. No fue hasta febrero de 2024 que el índice superó su máximo anterior, tardando más de 34 años en recuperarse. Eso no es "esperar", eso es tener una paciencia que bordea lo existencial.

Evolución del índice Nikkei 225.
Evolución del índice Nikkei 225.

El punto no es que invertir a largo plazo sea malo —todo lo contrario—, sino que el largo plazo no funciona si no hay fundamentos que lo sostengan. No se trata de comprar y olvidar. Se trata de comprar con una tesis clara y tener el criterio para ajustarla si los hechos cambian.

Como advierte la estadística histórica de drawdowns y ciclos de recuperación: los mercados sí se recuperan, pero pueden tardar mucho más de lo que tu estómago o tu cuenta toleran. Y cuando el dolor es prolongado, el “largo plazo” suele ser el primero en ser abandonado.


2. Trading activo: adrenalina sin anestesia

Cada vez que abres la app de un bróker, en algún lugar aparece un mensaje en letra pequeña: "El X % de los inversores minoristas pierde dinero en esta plataforma."

Y no es casualidad. Según CME Group y Barclays, más del 80 % de los traders minoristas pierde dinero en sus primeros dos años. ¿Por qué? Porque operar requiere más que saber “leer el mercado”. Se necesita un sistema robusto, reglas claras, control de riesgo quirúrgico y, sobre todo, una mente entrenada para no actuar impulsivamente cuando todo parece arder.

Mark Douglas, autor de Trading in the Zone, lo expresó mejor que nadie: “Los mercados no recompensan la inteligencia. Recompensan la disciplina emocional.”


3. Inversión pasiva: eficiencia... pero no inocencia

La indexación pasiva es defendida por su bajo costo y su rendimiento históricamente superior al promedio de fondos activos. Pero como toda herramienta que se masifica, no está exenta de consecuencias.

Según Morningstar, en 2024 los fondos pasivos en EE. UU. gestionaron aproximadamente el 68 % de los activos del mercado de fondos, superando por primera vez a los fondos activos. Este cambio refleja una tendencia creciente hacia estrategias de inversión de bajo costo y seguimiento de índices. Esto ha llevado a expertos como Michael Burry —sí, el de ‘The Big Short’— a advertir sobre una posible “burbuja estructural” en los índices, causada por la asignación automática de capital sin análisis real. Argumenta que la asignación automática de capital a través de fondos indexados y ETFs distorsiona la valoración real de las empresas, eliminando el proceso de descubrimiento de precios.

La pregunta es: si todos replican el mercado, ¿quién evalúa el valor de cada empresa? ¿Qué pasa si un sector se sobrevalora sistemáticamente porque tiene más peso en el índice? La eficiencia sin pensamiento crítico puede llevar a la ilusión de seguridad… y eso es tan peligroso como el exceso de confianza.


¿Entonces… cuál es la mejor estrategia?

Charlie Munger decía: “Toma una idea simple y tómala en serio.”

No necesitas la estrategia perfecta. Necesitas una que:

  • Entiendas con claridad
  • Se alinee con tu tolerancia al riesgo y horizonte de inversión
  • Puedas mantener incluso en medio del caos

Porque al final, lo que marca la diferencia no es la genialidad del sistema, sino la capacidad de ejecutarlo con consistencia, claridad y paciencia.

En marzo de 2020, con el S&P 500 cayendo más de un 35 %, quienes no vendieron y mantuvieron su posición ganaron más de un 80 % en los siguientes 18 meses. La estrategia no cambió. Lo que cambió fue la respuesta emocional de cada inversor.


Conclusión

Invertir bien no requiere genialidad. Requiere enfoque. Requiere saber qué estás haciendo, por qué lo haces y qué estás dispuesto a tolerar cuando el mercado no se comporta como esperas. En los mercados financieros, el principal enemigo no está allá afuera. Está en el espejo.

¿Y tú? ¿Cuál estrategia sigues actualmente? Si este artículo te ayudó a pensar distinto sobre las estrategias de inversión, compártelo o déjame tu opinión en los comentarios.

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